Las excelentes condiciones naturales de la Costa del Sol, y la demanda creciente de los mercados europeos han convertido esta área en la principal y a veces única zona de cultivo y producción de frutales subtropicales en España. Las principales especies cultivadas son las chirimoyas y aguacates y últimamente se está intentando aclimatizar el mango, la papaya, el babaco, etc. La amplitud y expansión alcanzada por las especies protagonistas ha motivado la creación de unas redes y agentes comerciales que hagan posible el engarce entre la zona de producción y consumo, y suministren todos los servicios necesarios para que el producto llegue en perfectas condiciones al mercado de destino. Tras el análisis de todo el proceso comercial se pone de manifiesto una serie de problemas y retos que el sector debe afrontar: a nivel de mercado interior destaca entre otros, la necesidad de aumentar el consumo de los aguacates, así como fomentar la normalización y tipificación de los productos; en el marco internacional se nos plantea el reto de hacer frente a un comercio organizado institucionalmente (Israel, nuestro principal rival) y un consumidor concentrado, ante el cual, nuestro sector exportador se caracteriza por falta de coordinación ante la existencia de un variado y amplio número de comerciantes que atomizan las ofertas y no resta capacidad competitiva.